El pasado 13 de septiembre el escritor Javier Cercas
escribía un artículo en El País Semanal, acerca de la cuestión del derecho a
decidir, debate generado al albur de las diferentes iniciativas ciudadanas puestas
en marcha en Catalunya que defienden y reivindican el derecho a realizar una
consulta popular sobre la independencia de dicho territorio. En el artículo,
titulado Democracia y el derecho a decidir, el escritor critica
implícitamente la dudosa legitimidad de abrir un hipotético proceso de escisión
del Estado español fruto de la voluntad de un grupo de población, según él,
minoritario.
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Cartel de Via Catalana cap a la Independència. Fuente: www.assemblea.cat |
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Portada del libro de Javier Cercas (fuente Ed. Mondadori) |
Aquel proceso de Transición
no tuvo nada de democrático por lo siguiente:
1.- Los movimientos antifranquistas, ya fueran de izquierdas
o independentistas, quedaron fagocitados por los rápidos pactos que alcanzaron
fuerzas nacionalistas satélites, franquistas reciclados a europeístas liberales
y la traición de los dos grandes sindicatos CCOO y UGT. Un baile de debilidades
(que no de fuerzas) marcaron el adn
de la actual democracia cuya guinda es la supuesta aceptación de una monarquía
parlamentaria impuesta por una ley orgánica del dictador y genocida Franco.

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Portada del libro La Transición Sangrienta |
Todo este recorrido historiográfico, que a priori no tiene que ver con el articulo de Cercas sirve para rebatir al célebre escritor la parte de Historia que conlleva en su apreciación de democracia y ley.
Volviendo al ámbito de la teoría política, Javier Cercas confunde la praxis democrática con un proceso constituyente (que puede ser o no democrático). Un sistema democrático no es una ley en sí misma. Es un contrato social surgido del pacto entre individuos que libremente deciden constituir un nuevo orden. La ley, en democracia, está para ser cumplida, en eso estamos de acuerdo. Pero la democracia no es ley ni la ley necesariamente debe ser democrática. En este sentido el investigador en Sociedad de la Información de la Universitat Oberta de Catalunya, Ismael Peña afirma en su blog IctLogy en su último post que el derecho a decidir es un derecho individual y no colectivo. Y afirma que El derecho de autodeterminación es previo a la Constitución porque primero viene la decisión de crear una sociedad y después viene el explicitar, el fijar negro sobre blanco, cómo se va a organizar.
Volviendo al ámbito de la teoría política, Javier Cercas confunde la praxis democrática con un proceso constituyente (que puede ser o no democrático). Un sistema democrático no es una ley en sí misma. Es un contrato social surgido del pacto entre individuos que libremente deciden constituir un nuevo orden. La ley, en democracia, está para ser cumplida, en eso estamos de acuerdo. Pero la democracia no es ley ni la ley necesariamente debe ser democrática. En este sentido el investigador en Sociedad de la Información de la Universitat Oberta de Catalunya, Ismael Peña afirma en su blog IctLogy en su último post que el derecho a decidir es un derecho individual y no colectivo. Y afirma que El derecho de autodeterminación es previo a la Constitución porque primero viene la decisión de crear una sociedad y después viene el explicitar, el fijar negro sobre blanco, cómo se va a organizar.

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Portada del libro Cultura de la Transición |
De los artículos de Ismael Peña en Sociedad Red Blog se deduce que la naturaleza
de las leyes de un Estado de derecho contempla su interpretación, su
flexibilidad y su actualización si fuera necesario. La democracia obedece a unos
principios no a la ley. El acuerdo y pacto social precisa de un cauce legítimo
para expresar la construcción de un espacio regido por la ley. Primero se
legitima. Luego se legisla. La democracia se construye en base a una
legitimidad no a una legislación. Lo contrario son leyes pero no democráticas.
Por tanto democracia es mucho más que decidir dentro de las
leyes.
Al menos que sean leyes
de la frontera, las cuales Javier Cercas conoce muy bien.