
Minerva, antes de los hechos, ya se posicionó como activista política y durante sus estudios universitarios en Derecho, en los que logró brillantes notas y acabaría doctorándose, aumentaría su actividad en contra del régimen sanguinario y represor de Trujillo. Sus hermanas, María Teresa y Patria, al igual que Minerva, se casaron con hombres con los que compartían sus ideales de lucha y preocupación por la ausencia de derechos y libertades civiles, no ya en República Dominicana sino en el resto de América Latina. Todos ellos, formarían parte del Movimiento Revolucionario del 14 de junio, y las tres hermanas clandestinamente se harían llamar “Las tres mariposas”.
Entre tanto, Trujillo, ya había ordenado espiarlas y perseguirlas, teniendo como resultado su detención, torturas y violación en varias ocasiones, así como a sus respectivas parejas se les encarceló durante largos períodos de tiempo. En su empeño por continuar su lucha, Las Mariposas, continuaron luchando en la clandestinidad y Trujillo decidió quitárselas de encima.
Tras urdir un plan junto con el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) del régimen, el 25 de noviembre de 1960 se les tendió una emboscada en las afueras de Puerto Plata, las secuestraron a punta de pistola, las torturaron y las asesinaron de forma salvaje y cruel, golpeándolas con palos y otros objetos contundentes hasta su muerte.

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Las tres hermanas, fueron objeto de debate en 1981 en el I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia y se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres. Posteriormente, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Declaración A/RES/48/104 sobre la eliminación de la violencia contra la mujer y en 1999 la misma ONU emite la resolución 50/134 en que se aprueba el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en memoria de las hermanas Mirabal.

Violencia política y violencia de género
De los diferentes artículos de la resolución se desprende que el asesinato de Patria, Minerva y María Teresa confluyeron dos tipos de violencia: la violencia de estado y la violencia de género, ésta última como consecuencia de aquella entendiendo este tipo de violencia como producto de las profundas raíces del sistema del patriarcado especialmente en países gobernados bajo dictaduras, Quedó probado que los instrumentos de poder y de servicio al estado atentaron contra los derechos humanos de las hermanas Mariposas, en el que incurrieron el secuestro, la tortura, la brutalidad policial y militar y el asesinato político a través de una ejecución extrajudicial.
Conexión de los servicios secretos españoles y Trujillo

El régimen de Trujillo, contaba con un aparato de represión: el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), y que actuaba como policía secreta en los últimos años de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Intervenían con plena licencia para actuar, extendiendo la estrategia del terror entre la población civil practicando para ello con el espionaje, la coerción, la persecución, la tortura, el secuestro y el asesinato. Uno de sus jefes, el militar dominicano Johnny Abbes García, fue conocido por sus brutales métodos sádicos y crueles. Y éste mismo fue quien organizó el plan para asesinar a las hermanas Mirabal. Mario Vargas Llosa, en su novela de La fiesta del chivo, ambientada en la dictadura de Trujillo, interviene como personaje de la misma, Johnny Abbes.
La actividad del SIM tuvo lugar entre 1957 y 1962 y justamente recibió la ayuda del dictador Franco. Uno de sus funcionarios de policía más reconocidos, el supercomisario Roberto Conesa, viajó hasta la República Dominicana, donde estuvo colaborando con los militares del SIM para adoctrinarlos y perfeccionarlos en las estrategias y técnicas de persecución contra elementos contrarios al régimen, estancia que coincidió con la dirección del SIM de Johnny Abbes. Roberto Conesa, ejerció la función de servidor al franquismo desde muy joven. Al final de la Guerra Civil, estuvo implicado en la detención de Las Trece Rosas; luego sería un destacado funcionario al servicio del Estado español, primero siendo jefe de la Brigada Político-Social y luego en la etapa de la Transición dirigiendo diversas operaciones policiales desde las cloacas de los servicios secretos del Estado llegando a estar relacionado con organizaciones terroristas de extrema derecha españolas e italianas. Llegó a ser conocido como el supercomisario y temido por las fuerzas de izquierda en la clandestinidad por sus métodos brutales de interrogatorio y tortura. Ésta es, una de las innumerables pruebas que la Transición no fue ni pacífica ni modélica y está demostrado que la violencia de género formaba parte de sus estrategias de terror sobre aquellos que se atrevían a poner a prueba al régimen franquista. Silvia Carretero, una muchacha sospechosa de haber pertenecido al FRAP fue detenida y torturada en la comisaria de Roberto Conesa en la Dirección General de Seguridad. Todavía hoy, conserva señales de las heridas y recuerda su traslado en el coche policial a las dependencias: “...mientras me trasladaban, los guardias que iban en el coche me decían: sabemos que estás embarazada porque tienes las tetas muy gordas, pero nos importa tres cojones que abortes…”.