Portada de Yo, precario |
Javier López Menacho, escritor jerezano de la presente centuria, publica casi ochenta años después Yo precario, libro editado por Libros del Lince. Perfecto conocedor de la cultura minijob,
narra con refinada exactitud parte de su vida desde su iniciación a la
precariedad, pasando por la sobreexplotación hasta su plena integración
en el mercado laboral como precario a jornada completa. En dicha obra
autobiográfica, como ya han podido comprobar, el precario, perjudicado y
estigmatizado por su inteligencia, su ojo clínico y poniendo cuanto
está de su parte y más, es tratado como un paria social. Cree que su
entorno lo quiere liquidar. Un entorno que se retroalimenta de alimañas
políticas y depredadores empresariales donde la barbarie y el
hijoputismo triunfan como Atila triunfó desde Mongolia hasta la
mismísima orilla del río Po.
Javier López Menacho. Foto cedida por Ana Portnoy |
No
sabemos si López Menacho esconde tras sus crónicas, la voz de un
indignado; o de un acampado del 15M; o es la contrareencarnación de un
yayoflauta. Pero lo que sí sabemos es que estas crónicas, basadas en la
publicación periódica de sus vivencias en su blog El espacio relatado, hace apenas año y medio, son una manera
de crear movimiento en red. Un proceso que le ha llevado desde unas
simples confesiones en internet a la publicación de un libro con todo el
trasfondo - repito - de la intrahistoria explicada de forma detallada.
Blog de Javier: El espacio relatado |
Este
proceso por el que ha viajado el autor, sería merecedor de un estudio
sociológico y literario. Cada vez más autores se incorporan del banco
del confesionario ante el que se encuentran arrodillados explicando sus
duras vivencias en la red y viajan hacia el asiento del escritor que
presenta libros en los medios de comunicación y librerías. Y éste ha
sido el caso. López Menacho ya ha sido entrevistado y mencionado en
diferentes y destacados medios de comunicación de primera línea como la
Cadena Ser, COPE, RTVE o El País. Sin duda alguna, todo ello obedece a
una de las nuevas tendencias del mundo editorial: del blog a la edición.
Sus
crónicas equivalen a la suma de varias caceroladas de protesta, son, en
el fondo, un jarro de agua fría, muy fría que debe hacernos
reaccionar. Son, en definitiva, una llamada a la agitación de unas
conciencias que de tan esquilmadas, sólo cabe una profunda reflexión
sobre qué demonios hemos dejado de hacer para que hayan secuestrado
nuestras libertades individuales de forma tan sibilina. Y haciendo parecer
que la violencia con que nos castigan sea del todo legal.
López
Menacho ha conseguido transformar su experiencia en un material
literario de alta calidad, entretenido y honesto. Y además, de forma
elegante, en contraposición a la bajeza moral con que nos gobiernan en
este nuevo orden mundial sin botón de retorno.
Buen trabajo.
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