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jueves, 30 de mayo de 2013

Crítica de cine: La Estrella

La Estrella es el primer largometraje de Alberto Aranda y está protagonizado por Ingrid Rubio y Carmen Machi y que se estrenó en las pantallas el pasado 24 de mayo de 2013.




Tal y como explica su argumento de presentación en las redes sociales “La Estrella” es un drama vitalista, de barrio y con mucho duende, la historia de una mujer joven que en un momento de su vida decide por fin tomar las riendas de su destino y ser feliz por ella misma.

La trama no deja de ser una historia más de barrio, una intrahistoria con todas sus luces y sombras, especialmente se trata la temática de la violencia de género desde un punto de vista abiertamente crítico pero sin caer en los estereotipos. Una lacra social que viene a cuento en esta última semana en que se han producido durante cinco días seguidos al menos una muerte a diario en España de mújeres a manos de sus parejas.

Hemos podido acudir a una sesión en los Cinemes Girona de Barcelona, en que al final de la misma, la guionista Belén Carmona, ha realizado una charla sobre la pelicula, basada en la novela que empezó a fraguar hace nueve años. Le agradecemos desde este blog su posterior atención a varios de los espectadores charlando de forma amena en un bar a la salida de la sala de cine.


El film recuerda sobre manera a las cintas de transfondo social como Te doy mis ojos, Solas o Princesas que tratan la violencia de género o la discriminación como uno de los temas principales de la película. El director, Alberto Aranda, que hasta el momento sólo había realizado un corto y un documental, utiliza en La Estrella técnicas del cine documental clásico - como el ejercicio de abstracción en el baile de flamenco que marca el clímax de la película -  y sin llegar a necesitar un excesivo uso de la manipulación digital de la imagen.


Cabe destacar el leit-motiv del flamenco, tan popular en los barrios del extrarradio de Barcelona (el contexto geográfico explícito es en Santa Coloma de Gramanet) así como el papel de ambas actrices y que desafortunadmanete no pudieron aspirar a un reconocimiento en forma de premio en el Festival de Cine de Málaga. El motivo estuvo en que la película,  incomprensiblemente, no fue seleccionada en la sección oficial de dicho festival.

Los tiempos actuales necesitan más que nunca la realización y proyección de este tipo de cine de caràcter social. Un buen filme, sin duda, y recomendable sobre todo para todos aquellos que se puedan sentir identificados con los márgenes de la sociedad y sus miserias humanas.


jueves, 16 de mayo de 2013

15-M: una revolución líquida (II)


Quo Vadis 15-M?

Dos años después nos preguntamos qué ha sido del 15-M y en qué medida ha cristalizado aquella marea de movilizaciones:
¿La herencia del 15-M ha dado paso a movilizaciones que han acabado atomizándose y han perdido fuerza y presencia?

O bien:

¿Ha sedimentado aquel espíritu de barricada social en las conciencias y el movimiento ha evolucionado dando paso a múltiples iniciativas con cara y ojos?

Un simple barrido de noticias en los medios de comunicación durante el último  año arrojan cifras e indicadores con los que podemos constatar que, efectivamente, del espíritu de barricada se ha evolucionado hacia la materialización de iniciativas que han llevado a poner en entredicho las políticas restrictivas del gobierno español e impuestas por los grandes organismos monetarios y por el único timonel visible de la Unión Europea, el gobierno alemán de Angela Merkel. 


Cabe añadir que estas políticas se están aplicando sobre sectores clave en el progreso de un país, como lo son la educación, la investigación, la sanidad y la cultura o en clave empresarial   como lo ha sido la reforma laboral. Con lo cual, aquellos ámbitos estratégicos como es el de la innovación que permiten progresar y modernizarse y adecuarse a una sociedad del conocimiento, donde el papel de las tecnologías de la información y la comunicación es fundamental, quedan relegados a meros proyectos en cola de espera. Y estas iniciativas de diferentes colectivos han puesto en tela de juicio las carencias del sistema democrático español y proponen, por poner unos ejemplos, soluciones como las siguientes:

- Una urgente reforma de la ley electoral donde unos pocos votos en Ávila cuadruplican su valor ante miles de votos del área metropolitana de Barcelona.

- La aprobación de una verdadera Ley de Transparencia que permita el derecho del libre acceso a la información de los ciudadanos y no la chapuza de proyecto de ley que actualmente se está debatiendo.

Cartel publicitario de la
Iniciativa Legislativa Popular
- La reforma de diversas leyes injustas que dejan en clara indefensión a los ciudadanos y que no contemplan la plena garantía procesal. Muchos jueces se están negando (y jugándose su puesto) a aplicar plenamente la ley para no dejar en la calle a familias con hijos.

- La puesta en práctica de la dación en pago para las hipotecas, iniciativa que es la que más eco social y difusión ha conseguido.

- Las diferentes iniciativas legislativas populares (ILP) que solicitan entre otras, modificaciones de la Constitución española para poner cauce a las mismas y que las peticiones de los ciudadanos no tengan que acudir al único canal de trámite que existe actualmente: el de los partidos políticos.


Varias de las propuestas emergen de la idea de construir una sociedad basándose en la democracia participativa frente a la democracia representativa.

¿Una segunda transición?

La sombra de Franco en la Transición
(autor: Alfredo Grimaldos)
Tras muchas de estas iniciativas se esconde lo que realmente es necesario y no es la de una segunda transición como apuntan algunos expertos que deberían profundizar e investigar una parte de la historia que todavía esconde profundos agujeros negros sin explicar. No podemos hablar de una segunda transición cuando no existió una primera. Es hora de que se realice la verdadera Transición, que dejó de hacerse en los años 1977 y 1978 secuestrando y paralizando las iniciativas, que como en el 15-M, surgieron de la base de movimientos ciudadanos y que fueron ahogados: movimientos obreros, el  movimiento feminista, militares y jueces progresistas, asociaciones de vecinos, movimientos cristianos de base, etcétera. Lo que ocurrió fue una transacción, se cambió todo para que todo siguiera igual.
Pero el papel de la información y como se gestiona y los medios de difusión de 2013 no son los mismos de entonces. La segunda transición ni está, ni se la espera.




El papel de las redes sociales

Las movilizaciones han contado además con un gran aliado: el uso masivo de las nuevas tecnologías. Todas las iniciativas han tenido muy presente desde el primer momento que al igual que internet facilita la construcción de un mundo sin fronteras, transversal, líquido y cambiante, las movilizaciones sociales han sabido interpretar la construcción de su identidad de igual manera: alejándose de los clichés de mayo del 68, dejando de lado las leyes de las fronteras e identidades, huyendo de las jerarquizaciones en el marco de decisiones, realizando una lectura de lucha a largo plazo y de que con barricadas incendiarias no se arreglará todo y basando su logística e infraestructura organizativa de la comunicación y la difusión en el uso de las redes sociales y los dispositivos inteligentes.

¿Quién dijo que el 15-M fracasó? Desde una visión determinista como objeto podría llegar a discutirse. Pero el 15-M es signo de agua y fluye continuamente de forma cambiante. Y responde al principio del filósofo presocrático Heráclito:

Todo fluye, nada permanece. 

Líquido. Voluble. Permeable. Mutante. Conciencia colectiva frente a individualismo.

Lo que diferencia este movimiento a otros es que se trata de un movimiento social en red como bien apunta el sociólogo  Manuel Castells en su libro Redes de indignación y esperanza. (Alianza, 2012) y su valor radica no en si está teniendo éxito o no sino el propio cambio cultural que por sí mismo está consiguiendo y me atrevería a decir un cambio de mentalidad.






El 15-M fluye pero no permanece, porque ha cambiado y se ha transformado. Obedece a una idea de conciencia social, alejada de un dogma o ideología concreta, esquivando grupos de presión de izquierdas Permeable al cambio y a la adaptación. Ideológicos son aquellos que obedecen al gran amo: el Capital, pretendiendo conservar su estatus y sus privilegios. Intentando sin éxito alguno, condenar y criminalizar los seres mutantes del 15M tachándolos en vano de entes subjetivos y carentes de toda razón. Y para ello se alimentan de la inacción de los que se miran esta crisis moral y social de grandes dimensiones coaccionados por el miedo.

Aunque cada vez, son menos.

miércoles, 15 de mayo de 2013

15M: una revolución líquida (I)


Hace hoy exactamente dos años, un 15 de mayo de 2011, muchas conciencias llenas de rabia e indignación llenaron las ágoras públicas a lo largo de toda la geografía española. Cayeron en la cuenta de que un sistema de gobierno - llamado democrático -  agonizaba, marchito, por la poca altura humana de sus gestores y responsables políticos y económicos.



Un sistema de gobierno, no lo olvidemos, abandonado a su suerte, por gran parte de una ciudadanía abonándose a la pasividad y dejando de participar de forma consciente en la construcción de una sociedad civil. Carne de cañón de una falsa creencia: la de España va bien. La de caer en brazos de Morfeo sin pensar en las consecuencias. Esperando a ser condecorados por el bienestar social sin conocer el precio de las medallas. Aceptando quimeras imposibles de alcanzar sin realizar el más mínimo ejercicio de autoconciencia o autocrítica. Acatando la práctica coercitiva de las leyes salvajes financieras y obedeciendo a todo lo que nos dicen. Sin discernir que para ser digno de la justicia y convivir en un estado de derecho, media un ejercicio de obligaciones, entre ellas la de pedir la rendición de cuentas con tus representantes políticos y sociales.

El hundimiento

Portada del libro Yo, precario
El resultado: tras el ataque de una lluvia torrencial de corrupción y especulación, la sociedad española se ha convertido en un muñeco roto en manos de un monstruo que dirige las más hostiles e inmorales prácticas económicas y políticas. Y el monstruo ha permanecido impasible desde el búnker que le construyó la CIA, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial durante la Transición a la democracia. Aquella joven promesa surgida de la cantera de la lucha antifranquista, que empatizaba con las diferentes sensibilidades identitarias y que se dispuso a beber de las fuentes de la modernización, delegó el gobierno de la sociedad a los amiguetes del dinero fácil.


Este muñeco roto es el símbolo y la representación del hundimiento de una sociedad en un lago de arenas movedizas que traga y engulle a familias enteras, sin posibilidad de salir de él. Donde lo poco que queda de competitividad en el mercado laboral queda absorbido por auténticos ejércitos de precarios que aceptan salarios míseros de trabajos que requieren alta cualificación técnica. Dicho proceso se ha acelerado por las posteriores e incomprensibles políticas de recortes y ajustes y las amenazas de tener que trabajar más horas por menos y con menos derechos.

El papel de la familia…

Portada del cómic Iaioflautas
Sólo gracias a una tradición y cultura de ayuda familiar, típica de las sociedades mediterráneas, se ha conseguido amortiguar la sangría de familias abocadas a la miseria más absoluta; gracias a un fenómeno que no está siendo suficientemente estudiado ni valorado: el de la solidaridad entre los miembros de la familia. El de las abuelas que ejercen de guarderías públicas que no existen. El de los abuelos que con su pensión ayudan a sus hijos, cuyas familias tienen a todos sus miembros en el paro. El de los padres que vuelven a acoger a sus hijos –ya adultos-sin posibilidad de futuro y sin recursos. El de las ayudas de los hermanos, cuñados y amigos que, aterrados observan cómo la frontera entre una vida normal y la exclusión social es muy fina. Todos ellos tratan de evitar que sus seres allegados caigan en un pozo del cual es más difícil salir que de un pasillo del Ikea.

y el papel de las asociaciones

Cabe destacar también el llamado Tercer Sector, el del tejido asociativo de todos los ámbitos, tanto sanitario, religioso, cultural o social creando redes de solidaridad y de apoyo. Los comedores sociales y los bancos de alimentos son un claro ejemplo de ello.En caso de no haber existido estos dos factores, subsidiariedad familiar y tejido asociativo, el resultado del desastre habría sido muchísimo mayor e insostenible por parte de la sociedad.

¿Dónde está el líder?

Y quién trata de liderar y arreglar este desaguisado? Tenemos a un presidente del gobierno y a un ejecutivo ejerciendo de cirujanos de hierro que con todo su sadismo e inhumanidad aplican absurdas y torpes políticas que están destrozando, si cabe más, el tejido político, económico y social del país. Al menos sería de esperar que entendieran que tras el ciudadano existe un sujeto con sus sentimientos, sus ilusiones destrozadas, sus frustraciones, sus miedos, su impotencia y una inquietante incerteza del futuro que les depara a sus hijos. Pero por lo que se desprende de la inexistente proyección pública de este supuesto líder no se detecta la más absoluta empatía o capacidad de encajar, comprender y entender el sufrimiento de las personas. Y tampoco parecen entenderlo. En el bosque del sufrimiento sólo se avista un entramado de eufemismos que tratan de disfrazar una realidad cada vez más difícil de digerir y el jefe del Ejecutivo y sus provincianos ministros se limitan a dar explicaciones con datos y cifras fríamente cuando no a expurgarse las culpas escudándose en haber recibido una herencia envenenada.

El rodillo alemán

Libro del filósofo Zygmun Bauman
Tampoco existe la más mínima capacidad de plantear la indignación ciudadana como un indicador de que la olla exprés está al máximo de su capacidad y que cabría quizás orientar muchas de las políticas hacia el diálogo y la negociación. Pues no. Sólo existe el rodillo ideológico decimonónico, siempre presente en la historia de España. Y no sólo eso, sino que se incrementan las manifestaciones públicas de políticos carentes de toda sensibilidad, que armados con toda su crueldad pervierten el lenguaje y pretenden hacernos tragar mentiras imposibles de creer. Mentiras más conocidas como daños colaterales. La más inaceptable de todas: querer hacernos creer que los recortes en sanidad no están afectando a la salud del paciente ni a la calidad del sistema. O aquella que dice que los recortes en educación en realidad no esconden una pretensión: debilitar el sistema de educación pública a favor de una educación no laica y privada.





Pervirtiendo el lenguaje
Cartel de la Plataforma Afectados por la Hipoteca


Cabría además destacar los intentos de criminalización de las iniciativas ciudadanas ante tamaño despropósito con burdas descalificaciones tales como llamar terrorismo callejero las travesuras de los yayoflautas, los escraches o la paralización de desahucios por impagos de hipotecas. Por un lado, el núcleo duro de los políticos del Partido Popular, sus fieles seguidores y sus votantes ejercen el rol más parecido al de ciegos fanáticos de una secta milenarista y no dudan en definir una política violenta y criminal como es el recorte en sanidad y educación con un eufemismo: ajustes. Por el otro lado,no dudan en calificar de terrorista a la simple y lógica desesperación de grupos de ciudadanos con un pie en la pobreza y el otro en la cola de un comedor social.

miércoles, 1 de mayo de 2013

La vida de los muertos (V)

Muertos que visten de blanco


Hay realidades que no se pueden ocultar. A pesar del esfuerzo final en los minutos finales del partido que ayer ganó (de forma insuficiente) el Real Madrid sobre el Borussia de Dortmund no es de extrañar la enésima eliminación del club blanco de la máxima competición europea de fútbol. Un Real Madrid que mostró a la desesperada un fútbol cateto, ramplón, resultadista y deficiente. Una eliminación que muestra la deriva de un club y un equipo creado a imagen y semejanza del modelo de pelotazo económico de España, que como sabemos está en ruinas y no sale adelante. Un equipo que invirtió la indecente cantidad de 500 millones de € para ganar sólo 2 títulos locales en 3 años y ninguno a nivel europeo. Un club que trajo un entrenador conspiranoico, tóxico e inmoral al que se le dio plenos poderes para pervertir el entorno, ejercer la violencia verbal y física, que ha jugado sucio, que ha realizado mobbing sobre el capitán del equipo y mejor portero del mundo y que ha contado con la connivencia de la mafia del poder deportivo, político y econòmico español y conseguir de forma escandalosa, no ser sancionado. Y todo esto no lo han entendido ni querido digerir una gran parte de sus aficionados. No hay más ciego que el que no quiere ver.


Enfrente, los modelos del FC Barcelona o del Manchester United o del Bayern de Munich, son ejemplo de lo contrario. Diferentes, tanto en sus resultados como en su estilo. Por eso, si estos equipos no pasan de semifinales o pierden una final en su propio estadio....no pasa nada. Continuan su camino construido sobre bases sólidas. Estos tres equipos han sabido adaptarse a los tiempos modernos. Aplicando fórmulas y estrategias de gestión deportiva innovadoras y estratégicas a largo plazo y labrando una cantera capaz de transformar y crear un estilo propio y creando una red de profesionales orientados a la eficiencia en la gestión de club deportivo. Y no buscando resultados a corto plazo y quemando a velocidades siderales entrenadores, futbolistas y periodistas contratados como agresivos mercenarios que vomitan mierda y más mierda sin descanso intentando socavar el equilibrio y la masa social, en este último caso del FC Barcelona y del fútbol español en general.


El Real Madrid vive en la nostalgia del pasado, de un tiempo en blanco y negro. Sólo es una cuestión de saber innovar y adaptarse y hoy día el club del siglo XX pasa sin pena ni gloria por los prados verdes del siglo XXI. Porque juega un fútbol que busca un dato estadístico absurdo: la décima. No cultiva un fútbol y un modelo inteligente con el que ya llegarían los resultados tarde o temprano. Querer buscar la décima como quien ha querido hacerse millonario en pocos días a través de pelotazos urbanísticos, propio de una cultura poco democrática, atrasada y de poca altura moral. Y ello es una pesada losa con la que llevan cargando más de una década. Y mientras siga basando su modelo en los millones, en la imagen y exclusivamente en el márketing y no en la innovación y la creatividad muy probablemente continuará por la senda de la frustración estrellándose año tras año contra el muro de las semifinales. Como máximo, sólo una concatenación de hechos fortuitos puede obrar de forma puntual y fragmentaria el milagro. Pero no tendría continuidad. Lo que está claro es que no se puede vivir de la inspiración y del golpe de genio de futbolistas más que contrastados, ya que como algún sabio del deporte dijo, "el fútbol es un estado de ánimo" y que un equipo tenga confianza no puede depender exclusivamente de los millones invertidos y de la calidad individual de sus futbolistas.


El Real Madrid hace años que dejó de ser la niña de azul, la niña de Paco, la de los ojos verdes que encandilaba los estadios de Europa. Es una vieja amargada a la que nadie quiere acercarse por su chulería y su soberbia y que no genera la más mínima simpatía. Es la aristócrata nostálgica y arruinada, enferma y desdentada y a la que las llagas le queman y le duelen lógicamente en su orgullo. Y todo ello por no querer realizar un ejercicio de renovación, de sentido común y de humildad y no cambiar el modelo. Sí, el modelo. Esa es la cuestión. El Real Madrid vive en el mundo analógico, en el Antiguo Régimen, en el autoritarismo y las influencias políticas y financieras bajo la sombra y la sospecha de prácticas empresariales poco o nada transparentes. Demasiado márketing y marca empresarial que tapa y esconde un modelo desequilibrado en detrimento de lo que no tienen: excelencia futbolística. Su punto de apoyo son pies de barro. En cambio, otros clubs ya dieron el salto al fútbol 2.0 y del futuro hace tiempo. Porque han partido de una filosofía y una praxis con la creación de modelos orientados hacia un concepto social, creativo, lógico y razonablemente sostenible. Y sin perder de vista el núcleo de la cuestión: el protagonismo es el fútbol en el terreno de juego. La diferencia, como muestra la imagen, entre la pelota que rebasa y la pelota que no rebasa la línea de gol es espacialmente corta. Pero para que la pelotita recorra esa pequeña distancia cabe la necesidad de un gran esfuerzo y trabajo y años de labranza y de gestión árduos y duros. Igual que la mejora de una décima de segundo le supone meses de entreno a un corredor de cien metros lisos.

Durante esta última semana el entorno madridista y el miedo escénico se alimentaron del espíritu de Juanito con la inocente e ingénua esperanza de revertir el resultado claramente negativo importado de Alemania y difícil de superar. Tal y como está ocurriendo con la economía española respecto a las duras recetas también exigidas por la premiere alemana Angela Merkel.
Y es que cuando un equipo apela al espíritu de un muerto es que el equipo está muerto. Un espíritu que sigue vivo. Es una forma más de vivir. Espiritualmente. O simplemente, de ir tirando y esperar en la cola de la oficina de loterías a que algún día la diosa fortuna les conceda el santo grial de la décima, cosa harto improbable.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Los políticos que no amaban a los cines

El Periódico de Catalunya. Jueves, 29 de noviembre de 2012

Cornellà pierde el Cine Pisa, su última sala de cine tradicional

En su lugar se edificarán un centenar de viviendas, 20 de ellas de protección oficial

  
Sábado tarde. Diciembre de 1977. Ocho añitos. Mi vecino Johnny y yo salimos de la colmena de hormigón, calle trece, celda seis. Abordamos la travesía de montículos de tochanas, pegotes de cemento y tropezones de alquitrán. Sorteamos el enredo del gato Blas triscando con las raspas de merluza en el descampado. Las chapas, las limas y las gomas de saltar eran de todos y no eran de nadie. Recordando la catequesis del viernes. De corte comunista. Del padre Salvador. Un cura pecador, de los de verdad. Como Dios manda. Acogiendo reuniones clandestinas, camellos y desahuciados en la parroquia más libertaria de los márgenes urbanos. Y con la hoja afilada del obispado meciéndose amenazante sobre su calva. Y el padre Salvador meciéndose en el descampado de la insurrección como quien oye llover. Pantalones de pana de extrarradio. Con la plasta de barro salpicada en los tobillos. El pantalón remendado del invierno anterior  y las rodilleras de tergal que nos cosía la abuela se mostraban como orgullosas condecoraciones al mérito callejero. Y los bolsillos custodiando los cromos repes: Iríbar, Migueli y Santillana. Y con la imagen futbolística del año, refulgiendo en la retina infantil: Juanito recibiendo un botellazo en el Yugoslavia-España. El orgullo de la roja, extraviada por culpa de míseras guerras civiles, secuestrada por el Plan Marshall y la  escopeta nacional. El Mundial de Argentina 78 esperaba.
- ¡No diga Kempes, diga gol! - aullaba el locutor de Carrusel Deportivo
Hasta que Cardeñosa falló lo imposible. Lupas de hipermetropía de diagnóstico tardío. Noticiarios de plomo. Atentado por la mañana, atentado por la tarde. Noticias nunca programadas, siempre aseguradas. 625 líneas de blanco y negro.
- España tiene dos graves problemas: ETA y Cornellá - dijo el militar.
Yo no sabía por qué. Sólo sabía que Cornellá tenía mil conflictos y no había problema alguno en ello.



Héroes: los había de dos clases: los de papel, de la Bruguera. Y los de carne y hueso: los perros callejeros. Y también había villanos: los señores de gris sobre fondo gris que bajaban por la avenida corriendo y te estampaban la porra en la espalda. Al jadear se les olía el agrio del alma indigestada por cuarenta años de dictadura. Donde nunca supimos qué cojones era aquello de la Nova Cançó ni falta que nos hacía. Ya teníamos a La Banda Trapera del Río, los príncipes de las cloacas, los Sex Pistols del Llobregat. El primer grupo de punk de España.  


Y sin pensar un segundo en todo aquello, así fue como mi vecino Johnny y yo fuimos juntos a ver La guerra de las galaxias. Una  larga cola compuesta por un chiquillerío histérico e impaciente, espoleado por los vuelos marciales de Bruce Lee  nos esperaba. Dobles sesiones de kung-fu y humor grueso. Serie B. B de barrio. 75 pesetas. De fotogramas quemados, de operadores de corta y pega y sonido chisporroteante. Luego vendrían Bud Spencer, Grease, Supermán, E.T. La general y la platea. El gallinero y la purria, los hijos de trabajadores. Y las banquetas de madera, cuidado no te fuera a tocar la de la semana pasada que algún quinqui partió en dos mientras se lo montaba con Paqui la del colmado. El acomodador entonces mostraba la tarjeta roja y expulsaba del cine al quinqui y sus amigotes. Y los niños explotaban a reír, y el cine aplaudía. El crujir de las bambas sobre la alfombra de pipas y la sesión contínua. Eso era el cine Pisa.



¿Y ahora, qué? Ahora palomitas de plástico y viviendas de corrupción oficial.

Que la fuerza os acompañe.