Existen asesinatos legales. Amparados por la justicia legal de un Estado. En el primer período franquista fueron miles. En el segundo (la llamada Transición democrática) fueron centenares. En la mayoría de casos, perviven en la historia como un elenco de números fríos y estadísticos. Mientras, los familiares siguen intentando infructuosamente pedir justicia en el galimatías cínico e hipócrita de la instituciones judiciales. En el caso de Salvador Puig Antich, un número más. En el número 70 del carrer Girona de Barcelona empezó a escribir su epitafio el 25 de septiembre de 1973. Meses después, un 2 de marzo de 1974 era ejecutado por garrote vil. Fue detenido por 6 policías. En la refriega entre policías y detenidos hubo 1 muerto: 1 policía. Recibió 5 disparos. La autopsia reveló la existencia de 3. Sumarios: 2. El que debía ser y el que fue. El que fue, fue manipulado. La autopsia la firmó un médico militar que no la practicó, y quien la practicó no la firmó. Resumen: el sumario fue el que no debía ser. 1 sumario al servició del régimen franquista agonizante después de la muerte en atentado de Carrero Blanco. 1 sumario de 1 juicio mediante consejo de guerra (1 oximorón que moría en las perversas mentes que mantenían vivo el régimen franquista, no existía más guerra que la que los propios asesinos se inventaban en su delirio patriótico nacionalcatolicista de que existía 1 guerra para justificar aquella farsa en forma de consejo de guerra). - Elementos de poder: 4. Policías, militares, juristas y funcionarios. - Movimiento antifranquista: 1 - Irregularidades del proceso: muchas (y muchas otras que la restricción ilegal de acceso archivos impide conocer). - Intentos reales de presión de los movimientos antifranquistas de izquierda para pedir una revocación de la condena a muerte: 0 - Revisión de la condena 40 años después: 0 - Condena institucional en democracia de la muerte a garrote vil: 0 - Pruebas documentales que incriminaban a 2 policías como autores de los disparos que mataron a su compañero (involuntariamente): 0 Obviamente fueron destruidas. La vida de los muertos. Salvador Puig Antich, una muerte en vida. Una vida ajusticiada con falseamiento documental. Cuando el falseamiento documental, la manipulación informativa, el vacío ético respecto a los documentos y los archivos son los instrumentos de los Estados dictatoriales. Sus hermanas Montserrat, Carme, Imma y Marçona intentan dignamente limpiar de mierda toda la bajeza moral de un caso que en España 2 exgenerales franquistas impidieron que se reabriera a través del Tribunal Supremo. La fe de unas hermanas en la justicia universal se refuerza ante otro número: 2737. El número del nicho donde reposan los restos del último ajusticiado a garrote vil en España.
Donde los muertos cobran vida al ritmo del crimen de Estado.
El pasado 13 de septiembre el escritor Javier Cercas
escribía un artículo en El País Semanal, acerca de la cuestión del derecho a
decidir, debate generado al albur de las diferentes iniciativas ciudadanas puestas
en marcha en Catalunya que defienden y reivindican el derecho a realizar una
consulta popular sobre la independencia de dicho territorio. En el artículo,
titulado Democracia y el derecho a decidir, el escritor critica
implícitamente la dudosa legitimidad de abrir un hipotético proceso de escisión
del Estado español fruto de la voluntad de un grupo de población, según él,
minoritario.
Cartel de Via Catalana cap a la Independència. Fuente: www.assemblea.cat
También critica que Catalunya sufre un clima social
impregnado de totalitarismo soft. De
hecho, el artículo cuenta con diversas afirmaciones como que se vive una falsa unanimidad de mayoría que quiere la independencia que existe
una concordia ficticia (se refería
ciertamente al 1.400.000 personas que se manifestaron en la Vía Catalana en
la Diada de Catalunya) o que en democracia
no existe el derecho a decidir. O que la
democracia consiste en decidir dentro de la ley.
Portada del libro de Javier Cercas (fuente Ed. Mondadori)
Sorprende que el reconocido y excelente
escritor de la novela (o ensayo histórico disfrazado de ficción) Anatomía de un instante se manifieste en dichos términos Máxime cuando debería
saber - después de haber investigado, de haberse documentado y de haber
contabilizado centenares de horas de entrevistas con los principales actores de
la Transición a la democracia - que los andamios y engarces del actual Estado
de derecho español se construyeron sobre
un escenario no precisamente democrático. De hecho, los errores de aquella
Transición se están pagando ahora. Aquel café
para todos ha acabado siendo una bomba de relojería en un marco extremo de
crisis que los actuales políticos no saben cómo solucionar.
Aquel proceso de Transición
no tuvo nada de democrático por lo siguiente:
1.- Los movimientos antifranquistas, ya fueran de izquierdas
o independentistas, quedaron fagocitados por los rápidos pactos que alcanzaron
fuerzas nacionalistas satélites, franquistas reciclados a europeístas liberales
y la traición de los dos grandes sindicatos CCOO y UGT. Un baile de debilidades
(que no de fuerzas) marcaron el adn
de la actual democracia cuya guinda es la supuesta aceptación de una monarquía
parlamentaria impuesta por una ley orgánica del dictador y genocida Franco.
2.- Cada vez existen más estudios y averigüaciones que
sostienen como cierta la hipótesis de que se planificó una estrategia de la
tensión con la aparición de la guerra sucia de los servicios secretos del
Estado para amedrentar a los movimientos obreros de base e impedir que éstos
fueran más allá en su lucha y alcanzar lo que una silenciosa mayoría deseaba:
una ruptura con el régimen y no una reforma política. Esto último es lo que acabó
ocurriendo. Pero una política de información poco transparente por parte de los gobiernos socialista y popular impide llegar al fondo de la cuestión: el acceso a
muchos de los archivos españoles con numerosa documentación de acceso restringido gracias
a una nada democrática Ley
de Secretos Oficiales aprobada en 1968 todavía vigente. Esta ley no sólo
no ha sido actualizada ni derogada por otra más acorde a los tiempos modernos y
democráticos, sino que ha
sido reforzada para impedir el acceso a los archivos de las embajadas españolas
de diversos países. Este hecho ha sido denunciado
por un numeroso grupo de investigadores y archiveros que no pueden, entre
otras cosas, investigar la documentación de hace más de 30 años, tiempo límite
ante el cual es obligatorio la desclasificación de papeles. Curiosamente ha coincidido en el tiempo este hecho y el debate de la Ley de Transparencia hace pocos días aprobada.
Portada del libro La Transición Sangrienta
De hecho, los estudios de Xavier Casals,
investigador de los movimientos de extrema derecha, demuestran lo determinante
que fueron estos grupos camuflados (tanto españoles como
italianos y algunos de ellos bajo la tutela del ejército secreto Gladio de la
OTAN) para tener controladas las fuerzas antifranquistas, especialmente las de
izquierda, anarquistas e independentistas. Cabe destacar en este sentido el
estudio de La
Transición sangrienta de Mariano Sánchez Soler que relaciona todas las
víctimas de la violencia política en la Transición. Muchas de ellas lo fueron por
parte de las fuerzas de seguridad del Estado o por comandos fascistas que
trabajaban para una corte de comisarios franquistas y torturadores
profesionales. Curiosamente, muchos de aquellos episodios oscuros y nunca esclarecidos y
que determinaron el clima de decisión política son fantasmas que amenazan con su reaparición. Los actuales alumnos aventajados en defender la indisoluble unidad de
España ya han resucitado. Como así ocurrió en Madrid el pasado 11 de setembre
cuando conocidos militantes de extrema derecha atacaron
la sede de la Generalitat en la capital del reino.
Todo este recorrido historiográfico, que a priori no tiene que ver con el articulo de Cercas sirve para rebatir al célebre escritor la parte de Historia que conlleva en su apreciación de democracia y ley. Volviendo al ámbito de la teoría política, Javier Cercas confunde la praxis democrática con un
proceso constituyente (que puede ser o no democrático). Un sistema democrático no es una ley en sí misma. Es un contrato social surgido del pacto entre
individuos que libremente deciden constituir un nuevo orden. La ley, en democracia,
está para ser cumplida, en eso estamos de acuerdo. Pero la democracia no es ley ni la ley necesariamente debe ser
democrática. En este sentido el investigador en Sociedad de la Información de
la Universitat Oberta de Catalunya, Ismael Peña afirma en su blog
IctLogy en su último post que el derecho a decidir es un derecho individual
y no colectivo. Y afirma que El derecho de autodeterminación es previo a la Constitución porque
primero viene la decisión de crear una sociedad y después viene el explicitar, el fijar
negro sobre blanco, cómo se va a organizar.
Portada del libro Cultura de la Transición
Por tanto, el artículo desprende importantes y graves errores de apreciación en los conceptos más básicos de la disciplina de la teoría política. Ypasa por alto cuestiones historiográficas que conoce
(o debería conocer) perfectamente; eso o al menos que ignore que existen muchos documentos sin
desclasificar y que contienen información que ninguno de sus entrevistados le
dijo. Su artículo destila una idealizada y mitificada idea de democracia (la que dibujó
la Transición) y de su ley constituyente - la Constitución - como ley suprema,
única y sagrada. ¿Pretende decir que existió antes la ley que el hombre? ¿Como
si una fuerza mítica y sobrenatural ya hubiera otorgado a los mortales una
serie de leyes y contratos bajo los cuales deberían regirse? Quizás sea víctima de lo que un grupo de intelectuales llamó como la Cultura de la Transición en el que la aparente progresía de la izquierda acabó aplicando un programa de establishment y doctrina del fundamentalismo democrático. Lo cual ha acabado condicionando otras formas de hacer política o escuchar - como es el caso - a una parte importante de la población que pide ser consultado democráticamente en las urnas si quiere pertenecer o no a un estado.
De los artículos de Ismael Peña en Sociedad Red Blog se deduce que la naturaleza
de las leyes de un Estado de derecho contempla su interpretación, su
flexibilidad y su actualización si fuera necesario. La democracia obedece a unos
principios no a la ley. El acuerdo y pacto social precisa de un cauce legítimo
para expresar la construcción de un espacio regido por la ley. Primero se
legitima. Luego se legisla. La democracia se construye en base a una
legitimidad no a una legislación. Lo contrario son leyes pero no democráticas.
Por tanto democracia es mucho más que decidir dentro de las
leyes.
Al menos que sean leyes
de la frontera, las cuales Javier Cercas conoce muy bien.
El Valle de los
Caídos, complex monumental compost per abadia, basílica, cementiri i
serveis d’allotjament i restauració va ser una construcció realitzada durant la
dictadura de Francisco Franco al llarg de les dècades del 1940 i 1950, i on
està enterrat el mateix dictador. Al mateix complex està enterrat el fundador
de Falange Española, José Antonio
Primo de Rivera. Aquest monument ha esdevingut un símbol - a través dels anys - d'una època per a un col·lectiu de nostàlgics de l'Espanya nacionalcatolicista, però també un símbol pels seus detractors durant el franquisme, la Transició i la democràcia. Però en sentit contrari.
Actualment ha estat notícia perquè en plena crisi
econòmica, política, institucional i social a Espanya, aquest edifici rebrà
286.845 euros per a la seva restauració. La decisió, conflictiva ja de per sí,
ho ha estat més quan s'ha sabut que l'aprovació d'aquest pressupost ha estat
presa sense comptar amb la Comisión
de Expertos del Valle de los Caídos.
Aquest recinte és un dels vestigis i
senya d’identitat de la ideologia del franquisme que encara perviu. Tal i com
planteja la historiadora Queralt Solé[1] de la Universitat de Barcelona, encara no s’ha resolt
de manera definitiva qui està realment enterrat degut a que no ha estat
suficientment estudiat ni regulat. Durant anys va haver-hi un sepulcral silenci
en el trasllat de restes mortals que el règim va anar localitzant i exhumant en
diverses fosses del bàndol republicà, d’arreu Espanya. El seu objectiu: farcir de
cadàvers el Valle de los Caídos. En
total, uns 50.000 morts.
Segurament, per l’abast del projecte
i per suggeriment del Vaticà d’enterrar al temple víctimes tant d’un bàndol com
de l’altre de la guerra, es va realitzar un operació de maquillatge per part
del règim per fer-lo passar per un símbol de reconciliació. En realitat, les
bases de la seva construcció només contemplaven la inhumació de les víctimes
del bàndol nacional (no pas del republicà) i no va ser fins la dècada de 1950, donat el moment aperturista de la dictadura, quan es van produir els primers enterraments de víctimes del bàndol republicà al Valle de los Caidos. Però aquestos es van produir d'una manera desordenada, sense criteri, sense identificar-los en la gran majoria de casos i en d'altres no comunicant a les famílies el trasllat.
Dos dels principals punts de
recolzament del règim franquista van ser la família catòlica i la Falange; tots
dos sumen la força amb la que va comptar el Valle
de los Caídos, que es va perpetuar durant la Transició i els primers anys de democràcia.
En paral·lel i amb el pas dels anys,
s’han realitzat diversos intents per despolititzar l’ús del monument i establir
el seu destí com a eina educativa per explicar la història recent d’Espanya.
Però, cap dels intents ha arribat a bon port. Per un banda, a través del
desenvolupament de mesures basades en la Ley
de Memoria Histórica, es prohibeix des de 2007 la celebració d’actes
polítics al recinte passant d’aquesta manera el Valle de los Caídos a ser un lloc de cultes religiós[2]. Precisament aquest status de ser un lloc de culte és
el que no ha permès que s’engeguin iniciatives com l’Informe Brincat del
Consell d’Europa, per condemnar a nivell internacional el franquisme i poder
convertir el Valle de los Caídos en un lloc o una exposició d’ús educatiu de
manera permanent[3].
El període de transició política a
Espanya va suposar per a molts la renúncia a la condemna al règim dictatorial,
la desaparició total dels símbols franquistes, la reposició de molts drets i
recuperació i reparació moral i material de víctimes del franquisme i de la
violència institucional que van patir. Aquell silenci, avui dia s’ha tornat
acció, investigació i una dinàmica de debat historiogràfic. El Valle de los Caídos encara continua sent
un tema de debat, que des del punt de vista polític, no contenta ni als seus
defensors ni als seus detractors. Actualment es trobaa mig viatge, sense un camí concret a seguir;
per exemple alguns partits polítics i l’ església catòlica (Rouco Varela al seu
davant) no volen que es converteixi en un parc temàtic del que consideren una
part deformada de la història interessada i polititzada; com a contraposició,
hi ha sectors que defensen que el Valle
de los Caídos, a més de ser un símbol feixista, és un cementiri sense cap regulació
que alberga entre els seus murs, milers de morts no identificats i restes humanes
robades de fosses comunes. Un fet
provat i inadmissible en un Estat democràtic i de dret.
Neutralitzat l’efecte mediàtic ja no
està permesa la realització d'actes d'exaltació del franquisme.. Però no deixa
de ser un intent tímid de despolitització que no agrada totalment a cap de les
parts implicades en la qüestió. Com a exemple, el llibre publicat al 2009 del
periodista Juan Blanco, Valle de los Caídos. Ni presos políticos ni trabajos forzados. Revisionisme i
justificació de la barbàrie en estat pur ja que està plenament documentat les
condicions d'esclavitud en què treballaven
El que es fa palès, fent un cop
d’ull a l’estat de la qüestió és que es tracta d’ un tema tancat en fals
i que continua sent objecte de controvèrsia sense haver-s’hi arribat mai a
estudiar a fons.
A Alemanya, Xile o Argentina s'han
dictat polítiques de condemna al feixisme i els totalitarismes. Mentre tant, a
Espanya, el Valle de los Caidos continua molt lluny de ser un museu
a l'estil dels camps de concentració nazis.
No se sap la dimensió exacta del que
va succeir en aquell terrible camp de treball. Ni el que va costar. Ni la
implicació que va tenir l'església i com es va construir. Ni les morts que va
provocar la seva construcció. Un exercici absolut de manca de transparència.
Per això, Espanya no té llei de transparència. I potser la futura llei que ja
s'està tramitant, no contempla la rendició de comptes amb el poder eclesiàstic
o bé es continuarà impedint l'accés a certs arxius de forma arbitrària i
irregular.
[1]Solé, Queralt “Fosses
comunes i simbología franqusita. El Valle de los Caídos: paradigma de la
simbologia franquista”.Ponències
Jornades sobre Fosses comunes i simbología franquista. Ed. Afers, Barcelona,
2009
No
sabemos si existen vidas que sobreviven a la propia muerte pero sí
sabemos que el factor muerte siempre estuvo muy ligado al político don
Santiago Carrillo a lo largo de toda su vida. A pesar de su avanzada
edad y algunos lógicos achaques, nunca pudo decirse que era un muerto en
vida, al contrario, mantuvo un pasado lejano totalmente presente ya
fuera en los micrófonos de los magazines radiofónicos de tarde o en las
presentaciones de libros o incluso a través de terceros como la
disección novelada que sobre su persona realizó el escritor Javier
Cercas en Anatomía de un instante.
De uno u otro modo, suscitaba reacciones de lo más extremo desde la
indignación hasta la idolatría. A nadie dejó indiferente, pues se
trataba de una persona de opinión propia que nada callaba, unas veces
nadando a contracorriente de lo que se suponía debía opinar y otras
desdiciéndose de aquello que postuló en otros momentos de su vida.